Imagina que todos aquellos a los que Logan ha matado a lo largo de su vida fueran encerrados en un lugar, y que todos estuvieran clamando venganza. Ahora, contempla cómo el diablo les da lo que desean. Eso es: el segundo capítulo de la nueva e imprescindible colección de Logan narra su encuentro con toda una legión de condenados, y entre ellos hay unas cuantas caras familiares. Mientras tanto, el cuerpo de Lobezno, poseído por un demonio, camina sobre la Tierra, y el número de víctimas no hace sino aumentar.