La empresa de Mayama se divide en dos, lo que le obliga a tomar una repentina decisión. Mientras tanto, Takemoto se deja la piel en el proyecto de la torre que presentará para el Festival Hamabi. Sus sentimientos encontrados se reflejan en sus obras... ¿¡Y qué pasará con el desaparecido Morita!? ¡No podréis apartar la vista de este emocionante quinto tomo, os lo aseguro!