El grupo logra una gran victoria contra el gran Buda que se cierne sobre ellos y destruye a la multitud de estatuas budistas que parecían constituir una formidable amenaza. Así, se alivian pensando que pronto serán devueltos a sus lugares de origen, aunque no ocurre nada. Entonces se manifiesta la forma original de una de las estatuas destruidas: el gran general y líder Senju Kannon. ¡El veteranísimo Raizô se abalanza contra la estatua de la deidad Kannon de mil brazos!